Yeguada Flor de Lis

Cuenta la leyenda de las tribus nómadas beduínas que cuando Dios quiso crear el caballo árabe cogió un puñado del viento del sur y dijo:

“La virtud inundará el pelo de tus crines y de tu grupa. Te he conferido el poder de volar sin alas. Aprende a resistir la tentación del agua. Broncea el color de tu cuerpo y aligera tus músculos de grasa, porque del viento vienes y viento debes ser en la carrera”.

HISTORIA DE LA YEGUADA FLOR DE LIS

La pasión por los caballos se remonta en nuestra familia generaciones atrás cuando el abuelo Infante de España Alfonso de Borbón y Borbón, primo carnal de Alfonso XIII, registró en 1941 el hierro Flor de Lis especializado en la raza árabe y pasa a ser propiedad de de la princesa Dña. Teresa de Borbón en el año 1964, a la muerte de éste. Tras unos años en los que se para la cría del caballo árabe S.A.R. Dña Teresa busca una yegua descendiente de las criadas anteriormente por este hierro, no encontrando ninguna.

Mas tarde se compran una seria de yeguas a la Yeguada Militar, siendo la primera de ellas Tea. en 1966 se adquiere la yegua NEVISCA a D. Rafael Muñoz Rojas. Esta yegua, además de tener unos orígenes purísimos poseía un carácter fenomenal ya que se había criado con biberón- es importante resaltar que los beduinos metían en sus tiendas a sus caballos favoritos lo que les otorgaba un buen carácter, tan importante en un compañero que es y como el caballo árabe debe ser considerado. La yegua Nevisca de orígenes purísimos entronca si nos remontamos en ellos, con las líneas más puras del desierto, en concreto con la línea Saqlawi, una de las cinco líneas originarias del caballo árabe. En la actualidad todo el ganado que pasta con el hierro de Flor de Lis desciende de la inolvidable Nevisca.

Una de las características de las yeguadas de Flor de Lis es su extraordinario movimiento así como su carácter, su docilidad y aptitud para el trabajo. De esta yeguada han salido multitud de campeones nacionales e internacionales tanto morfológica como deportivamente.